Hace poco más de un año, el Parlamento Europeo pidió a Marine Le Pen que devolviera unos 300 000 euros, sospechando que esta había engañado al Parlamento y había desviado las ayudas destinadas a los eurodiputados.
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Le Pen había apelado contra la sanción del Parlamento Europeo, pero el mes pasado el Tribunal de la Unión Europea en Luxemburgo apoyó la decisión del Parlamento. Le Pen tendrá que devolver los 300 000 euros, como se le ha pedido. Si no está de acuerdo con esta decisión, puede apelar contra la decisión ante la Corte de Justicia de la UE.
Entre 2010 y 2016, Marine Le Pen habría empleado como ayudante en el Parlamento a una mujer llamada Catherine Griset, así como a otra persona. La señora Griset estaba contratada para trabajar en asuntos que atañen la UE. Sin embargo, cuando se le pidió a Le Pen que presentase pruebas del trabajo de dicha ayudante, no pudo. Ante lo cual el Parlamento decidió empezar a retener parte de su salario para recuperar la cantidad pedida. En 2017, Marine dejó el Parlamento y las retenciones de su salario se pararon. Hasta entonces, el Parlamento solo había podido recuperar alrededor de 60 000 euros de los 340 000 euros que se le reclamaban.
Para recuperar el resto, el Parlamento Europeo tuvo que denunciar los hechos ante la justicia francesa. Esta admitió a trámite la denuncia y abrió un expediente judicial contra el partido político de Marine Le Pen llamado el “Rassemblement national” [“Agrupación Nacional”]. La justicia francesa ha tenido en cuenta la indemnización que el RN deberá pagar al Parlamento Europeo (unos 2 millones de euros) y ya ha bloqueado 2 millones de euros de subvenciones públicas que se le iban a dar a ese partido político.
El grupo político, que no dispone de los recursos económicos necesarios para continuar funcionando, ha tenido que pedir donaciones a sus electores. Según el RN (Agrupación Nacional) han conseguido recaudar más de medio millón de euros, pero esta suma por desgracia solo les permitiría continuar trabajando hasta septiembre.
El Parlamento Europeo estima que el prejudicio total asciende a 7 millones de euros y que esta cantidad abarca de 2009 a 2017 (un periodo de 8 años). En total, unos diez miembros del RN están incautados en la causa, acusados de haberse quedado con las ayudas concedidas a los eurodiputados. Según han declarado antiguos miembros del RN, el partido contrataba ayudantes y los pagaban con las ayudas europeas, pero dichos ayudantes no trabajaban sobre asuntos europeos, sino para el RN en Francia.
Otros euroescépticos se encuentran en situaciones similares, como el conocido Nigel Farage. El Parlamento Europeo había probado que el ayudante que Farage había contratado no trabajaba en asuntos europeos, y había calculado a cerca de 40 000 euros la apropiación indebida. Desde el comienzo de este año, el salario de Farage se ha dividido en dos, y de esta forma el Parlamento estima que se recuperará el dinero estafado a finales de octubre 2018. Unos diez eurodiputados, miembros del partido euroescéptico “UKIP”, están vinculados al caso.
Tanto Farage como Le Pen se quejan de que el Parlamento Europeo está persiguiendo a ciertos eurodiputados de forma selectiva, pero la realidad es que el Parlamento ha sido muy tolerante hasta ahora y ha permitido que personas opuestas al proyecto europeo entren en la institución. Esta situación lo está corroyendo poco a poco. Para explicarlo en dos palabras: los euroescépticos presentes en el Parlamento Europeo son ladrones que deberían estar contentos de poder beneficiarse del sueño (y del dinero) europeo mientras que este dure, así como de la tolerancia hacia ellos.
Lo que resulta de verás triste en todo esto es que esta gente roba el dinero de los europeos, para mentirles después y convertirlos en enemigos de la Unión. Acto seguido, usarán esos votos europeos para sus propios fines políticos. A nadie se le escapa que su meta es manipular a los electores para enfrentarlos a la Unión y a la democracia.
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