A finales de noviembre de 2017, el presidente americano Donald Trump amenazó con salir del acuerdo nuclear con Irán ya que, supuestamente, el país lo había roto. La Unión Europea criticó fuertemente esta amenaza debido a que se había tardado 12 años en alcanzar este acuerdo entre Irán, los Estados Unidos y la Unión Europea.
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Artículo original publicado el 2/06/2018
A principios del mes pasado, el 8 de mayo, el presidente de los Estados Unidos Donald Trump anunció que los Estados Unidos abandonarían el acuerdo y que volverían a imponer las sanciones a Irán.
La Unión Europea e Irán respondieron inmediatamente. Así la Unión Europea anunció que trabajaría para resguardar el acuerdo y proteger los intereses de la Unión en Irán, mientras que Irán declaró que volverían a enriquecer uranio si el acuerdo no era respetado. Como recordatorio, el acuerdo original, firmado en 2015, obligaba a Irán a reducir su capacidad para enriquecer uranio, así como limitarse al enriquecimiento de uranio para uso civil. Además, una de las plantas de enriquecimiento de Irán tenía que ser convertida en un centro de investigación.
Los países con más intereses económicos en Irán son Francia, Italia y Alemania. Tanto las compañías francesas Total, compañía de energía, como Peugeot, fabricante de automóviles, tienen grandes inversiones en el país, así como el gigante aeronáutico europeo Airbus. En total, en 2017, la Unión Europea exportó cerca de 11 mil millones de euros en productos, principalmente maquinaria, equipo de transporte, productos químicos y bienes manufacturados. La categoría más importante era maquinaria y equipo de transporte, por un valor de 5,5 mil millones de euros (50,9%). La Unión Europea importó cerca de 10 mil millones de euros, siendo gran parte energía, así como bienes manufacturados y comida. La categoría más importante la representaban los combustibles minerales, por un valor de 8,9 mil millones de euros y que suponían 88,7% de las importaciones por parte de la Unión Europea provenientes de Irán.
Mientras los líderes de la Unión Europea penaban para encontrar una solución al problema, algunas compañías europeas anunciaron que iban a parar temporalmente sus proyectos de inversión en Irán por miedo a ser sancionadas por los Estados Unidos. Recordemos que los Estados Unidos disponen de un sistema bastante… “interesante” con el que pueden controlar el mundo. Según este sistema, las compañías que usan dólares americanos para sus transacciones tienen que seguir obligatoriamente las reglas de los Estados Unidos. Por eso, si los Estados Unidos imponen sanciones a un país específico, las compañías que usan dólares americanos para sus transacciones no pueden comerciar con ese país.
Como solución a este problema, la Unión Europea ha propuesto comprar petróleo de Irán en euros y de esta forma se escaparía de las sanciones de los Estados Unidos. Pero esta solución no es una solución a largo plazo y no puede ser usada por aquellas compañías que trabajan en Irán y que también tienen intereses comerciales en los Estados Unidos, como Airbus o Peugeot. La Unión Europea ha propuesto hacerse cargo de las sanciones, mientras encuentran una solución. Una proposición es utilizar una vieja regulación, usada por primera vez en 1996, que protegía a las compañías europeas que comercian con Cuba. La Comisión Europea ya ha empezado los trámites necesarios para actualizar esta regulación, pero no podrá proteger a las compañías internacionales que también tienen intereses en los Estados Unidos, donde el gobierno americano puede presentar una denuncia ante la justicia.
Hasta hace poco, varios líderes de la Unión Europa habían declarado que es mejor respetar las sanciones americanas y abandonar el acuerdo nuclear, ya que los Estados Unidos podrían forzar a la Unión a que saliera mediante la aplicación de tarifas sobre el acero y el aluminio. Ahora, los Estados Unidos han confirmado que no darán ninguna exención a la Unión Europea, demostrando de nuevo con ello que no se puede confiar en la administración americana.
Cualquiera que sea la elección de las compañías europeas, bien continuar comerciando con Irán o bien respetar las sanciones americanas, en ambos casos perderán ya que la Comisión Europea prohibirá que las compañías europeas respeten las regulaciones americanas.
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