Desde hace cerca de una semana, un incendio en Algarve (Portugal) abrasa centenas de hectáreas.
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Portugal vive otro incendio desastroso. Tras los fuegos en octubre de 2017 en los que perecieron unas 40 personas y que destruyeron miles de hectáreas de bosque, las altas temperaturas de los últimos días han mantenido vivo un incendio en la región de Algarve, en el sur de Portugal.
Tras una semana de intensa lucha por parte de las autoridades para conseguir controlar el fuego, estas anunciaron el viernes 10 de agosto que se consideraba el incendio como controlado, aunque mantenían la vigilancia para evitar que los focos aún activos se reaviven y quemen más zona. Las autoridades advierten que seguirán sobre el terreno unos 400 vehículos, 4 aviones y más de 1 300 bomberos.
Se estima que el incendio, que empezó el viernes 4 de agosto, ha quemado unas 20 000 hectáreas en un perímetro superior a los 100 kilómetros, unas 40 personas han sido heridas y cerca de 300 han sido desalojadas temporalmente. Por el momento, no ha habido que lamentar víctimas mortales.
Aunque no ha habido víctimas mortales esta vez, al contrario del año pasado donde más de 100 personas perdieron la vida por los incendios, se acusa a las autoridades de desorganización. Esto se debe al hecho de que los efectivos se componen tanto de unidades del ejército, de bomberos de ciudad, así como de bomberos forestales experimentados. También se han criticado las plantaciones de eucaliptos, una especie de árboles muy inflamable utilizada por la industria del papel, así como la poca prevención de incendios forestales en el país.
Una foto tomada desde la Estación Espacial International por el astronauta alemán Alexander Gerst muestra el incendio forestal visto desde el espacio.
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