El 4 de julio, la Comisión Europea abrió al público una consulta acerca del cambio de hora de verano para recabar opiniones de los ciudadanos europeos y decidir si guardar o quitar el cambio de hora.
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La consulta se abrió el 4 de julio y se cerrará dentro de poco, el 16 de agosto.
La hora de verano en la Unión Europea siempre ha sido un gran problema para muchas personas, forzando a los ciudadanos a ajustar los relojes dos veces al año para aprovechar al máximo la luz solar y de esta forma ahorrar en la factura energética. Según el país, la hora de verano se introdujo en diferentes periodos de la historia, como durante la Primera y Segunda Guerra Mundial o la crisis del petróleo de los 70, y el motivo principal no era otro que el ahorro de energía como acabamos de decir.
Durante los años 80 se inició la armonización a través de los países que entonces formaban parte de la Unión hasta que en 2001 se unificó en la Directiva 2000/84/EC, directiva que todos los estados miembros de la UE debieron aplicar. El cambio a la hora de verano se produce el último domingo del mes de marzo y se cambia a la hora de invierno el último domingo del mes de octubre.
Debido a las quejas de muchos ciudadanos y de algunos gobiernos como el de Finlandia que piden que el sistema actual sea abandonado, el Parlamento Europeo pidió a la Comisión que se revisara dicha Directiva. La Comisión ha decidido finalmente recabar las opiniones de los ciudadanos europeos y otras organizaciones.
La Comisión resume los argumentos en pro y en contra en una serie de categorías, como:
- Mercado interior: un horario distinto para cada país afectaría gravemente el mercado interior, debido a los inconvenientes en el transporte, comunicaciones y viajes, y conllevaría asimismo menos productividad dentro de la Unión en cuanto a productos y servicios.
- Energía: al principio, el motivo era el ahorro de energía, aunque esto siempre ha sido un punto controvertido. Según la Comisión, y teniendo en cuenta varios estudios, si hay realmente ahorro, este es mínimo y depende de la zona geográfica.
- Salud: supuestamente, el cambio de hora tiene efectos positivos en la salud, aunque puede afectar negativamente los biorritmos humanos.
- Seguridad vial: no hay bastante información que pruebe si el cambio de hora reduce el número de accidentes. Por otro lado, en nuestra época la iluminación vial ya no es un problema.
- Agricultura: debido a la introducción de nuevas tecnologías en la agricultura, el cambio de hora ya no es un problema, puesto que máquinas diferentes se ocupan de los animales, como el ordeño o la luz artificial. Aún así, la hora suplementaria durante el verano puede emplearse para trabajar más tiempo fuera, por ejemplo, para la cosecha.
El Parlamento Europeo ya ha afirmado que, sea cual sea la decisión, la Unión Europea tendrá que mantener “un régimen horario unificado en la Unión” para evitar problemas dentro del mercado único interior. Por eso, solo dos opciones son posibles:
- Mantener el cambio de hora existente, de acuerdo con la Directiva 2000/84/EC, sin cambios del sistema actual, o bien
- Parar los dos cambios anuales de hora en todos los países europeos y no permitir cambios periódicos, lo que quiere decir que cada estado deberá seguir un horario específico sin posibilidad de modificarlo.
Como siempre, toda la documentación está disponible en la página de la Comisión Europea.
La encuesta está disponible aquí hasta el 16 de agosto. La Comisión explica que las opiniones pueden ser enviadas en todas las lenguas oficiales de la Unión, salvo en irlandés, pero piden que se intente usar si se puede el inglés. También se pueden cargar documentos que justifiquen la opinión.