En la actual guerra comercial entre los Estados Unidos y el resto del mundo, China está planteándose aplicar aranceles a unos 60 mil millones de dólares de productos americanos, como respuesta a los aranceles propuestos por los Estados Unidos a 200 mil millones de dólares de productos importados de China.
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China está considerando poner aranceles a unos 60 mil millones de dólares de productos americanos, como respuesta a los aranceles propuestos por los Estados Unidos que afectarían a 200 mil millones de dólares de productos importados de China. Los aranceles propuestos por la administración de Trump alcanzarían 25%. Mientras tanto, los aranceles previstos por los chinos irían de 5 a 25%, afectando a unos 5 000 productos americanos.
Los aranceles propuestos por China cubrirían una amplia variedad de productos, yendo del gas natural licuado (LNG), aviones, preservativos, ciertos tipos de alimentos, como el azúcar o el café, hasta productos químicos y otros.
Ya el mes pasado, los Estados Unidos y China pusieron aranceles a varios productos por un total de 34 mil millones de dólares cada uno. Los aranceles de China afectaron partes específicas de la economía americana que habían votado en masa a Trump, como los agricultores, y especialmente los agricultores de soja. La situación se ha resuelto parcialmente gracias a la reunión a finales de julio entre el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, y Trump. En esta reunión se discutió sobre los aranceles y Juncker “se comprometió” a importar más soja y LNG de Estados Unidos. En realidad, la promesa del presidente de la Comisión Europea no era necesaria en el estado actual del mercado de la soja puesto que las compañías europeas ya habían empezado a importarla sin presión alguna por parte de la UE. Esto se debe simple y puramente a los cambios ocurridos en el mercado libre. En este caso, los aranceles chinos a la soja americana empujaron a las empresas chinas a importar soja de Brasil, lo cual repercutió en el precio de la soja americana, bajándola. Este cambio ha incitado a las compañías europeas a cambiar de proveedor y aumentar las importaciones de soja de los Estados Unidos.
La política china actual es de contraatacar poniendo aranceles a los productos americanos cada vez que los Estados Unidos imponen aranceles a los chinos. La diferencia entre ambos países es que mientras los Estados Unidos importaron unos 500 mil millones de dólares de productos chinos el año pasado, China apenas importó 130 mil millones de dólares de productos americanos. Lo que supone que las opciones de China en esta guerra comercial estén bastante limitadas.
Por el momento, no queda claro quién esté ganando y quién perdiendo la guerra comercial. Lo que también habrá que tener en cuenta serán las medidas anunciadas por la administración de Trump para ayudar a los agricultores afectados por los aranceles. Las ayudas que está preparando el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos comenzarán a principios de septiembre y alcanzan unos 12 mil millones de dólares. Se les pagará a los agricultores que se registren para recibirlas. Y por alguna razón, estas ayudas empiezan poco antes de las elecciones del Congreso.
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