El Grupo de los Socialistas & Demócratas ha decidido nominar a 11 ONGs criminales al premio Sakharov, junto a otras personas.
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El premio Sakharov lo otorga una vez al año el Parlamento Europeo a individuos que han contribuido a la lucha a favor de los derechos humanos a través del mundo. El premio lleva el nombre del físico ruso Andrei Sakharov.
Este año, el “Grupo de la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas en el Parlamento Europeo” ha decidido nominar a 11 ONGs que se dedican al tráfico de refugiados a través del Mediterráneo. Otras personas nominadas al premio Sakharov de este año son el cineasta ucraniano Oleg Sentsov, Dewayne Johnson, quien ha ganado un juicio contra Monsanto, y algunos más como un activista anti-aborto que ha sido encarcelado por haber perturbado la actividad de una clínica de interrupción del embarazo.
Las ONGs nominadas al premio Sakharov son las siguientes: Proactiva Open Arms, SOS Mediterranée, Médecins Sans Frontières International, Sea-Watch, Sea Eye, Jugend Rettet, Lifeline, MOAS, Save the Children, PROEM-AID y Boat Refugee Foundation.
Los finalistas ya han sido elegidos y el ganador será anunciado a finales del mes de octubre. Los 3 finalistas son las 11 ONGs, el cineasta ucraniano Oleg Sentsov y el activista político marroquí Nasser Zefzafi.
La nominación de estas 11 ONGs tiene claramente un motivo político, puesto que intenta oponerse al clima político actual y a la tensión entre los pro y los contra refugiados. Algunas personas, como Salvini y su gobierno, tratan a estas ONGs como “criminales”, mientras que estas se defienden alegando que “salvar vidas no es criminal” y presionando a los europeos para que sigan salvando inmigrantes antes que se ahoguen en el Mediterráneo.
El problema es que efectivamente estas ONGs sí son criminales. Salvar vidas no es algo malo en sí mismo; al contrario, nosotros, al ser una sociedad con raíces cristianas, debemos ayudar a los otros seres humanos. Pero no empujarlos a correr riesgos enormes para venir a la “tierra prometida”. No solamente Europa no es la tierra prometida, habiendo más y más tensiones entre los europeos locales y los inmigrantes no-europeos, sino además nosotros los europeos ya tenemos bastantes dificultades para ayudar a nuestros propios pobres. Sí, estas ONGs empujan a los inmigrantes a correr riesgos desmesurados para venir a Europa, ya que los inmigrantes usan balsas que apenas resistirán unos pocos kilómetros en alta mar porque estas ONGs les dan la seguridad de que se les salvará rápidamente. Esta seguridad de ser salvados anima cada vez a más inmigrantes a probar suerte y a pagar miles de euros a los traficantes para tener una oportunidad. Eso es lo que ha estado pasando durante años: las ONGs y sus barcos los esperan cerca de las costas libias (y otras costas del Norte de África). Tan cerca navegan que uno podría preguntarse ¿por qué están tan cerca?
También ha habido casos de ONGs que han colaborado con esos traficantes. Estas ONGs aseguran que lo hicieron con un objetivo humanitario. Sea por lo que sea, quedar con traficantes de seres humanos en un punto de encuentro para “salvar” a inmigrantes que no están en peligro es un nuevo nivel de “solidaridad”. Un ejemplo de esta repugnante colusión entre traficantes de seres humanos y ONGs es el triste caso del “Iuventa”, un barco de la ONG “Jugend Rettet” (una de las 11 ONGs nominadas al premio Sakharov), que fue incautado por las autoridades italianas en 2017 y a continuación investigado. La ONG y algunos de sus miembros se enfrentan a un juicio y a hasta 15 años de prisión.
Finalmente, estos ataques constantes contra los europeos en general; este recordatorio constante de parte de una élite minoritaria de que “todas” las vidas humanas son importantes y de como “nosotros” tenemos que ser más “tolerantes” y dar la bienvenida a miles de estas personas; este chantaje continuo de “Si no los ayudamos, los europeos tendrán las manos cubiertas de sangre”, “Mira a todos esos pobres niños que se ahogan en el Mediterráneo”, “El Mediterráneo se ha convertido en un cementerio”; y miles de excusas más para manipular nuestras emociones, empiezan a cansar a más de uno.
No, nosotros los europeos no tenemos sangre en las manos por lo que se refiere a este caso. Las 11 ONGs nominadas al premio Sakharov son las que tienen las manos completamente cubiertas de sangre. Ellas son las que han empujado a miles de seres humanos a arriesgar sus vidas en busca de un futuro mejor que con toda seguridad no encontrarán aquí. Resulta absolutamente desvergonzado continuar defendiendo esta política, echándole la culpa a los otros, mientras que ELLAS SOLAS son las que tienen la culpa: nadie más la tiene.
Parece ser que hoy en día para ganar un premio de defensa de los derechos humanos, uno no tenga que defender los derechos humanos, sino tener las manos cubiertas de sangre y llevar el peso de miles de muertos sobre la conciencia, como el Ángel de la Muerte.
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