En principio, el juez Llarena tenía que presentarse ante el juzgado belga el 4 de septiembre. Su abogado ha pedido más tiempo y la vista de la causa tendrá lugar el 25 de septiembre.
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El juez Llarena tenía que presentarse o ser representado, en teoría, el 4 de septiembre en el tribunal civil de Bruselas para declarar en el juicio que Puigdemont y otros cuatro exconsejeros huidos han interpuesto en su contra. Poco después, se anunció que el Estado español había contratado al gabinete de abogados belga Liedekerke Wolters Waelbroeck Kirkpatrick y al abogado Hakim Boularbah, experto en litigios internacionales, para defender al magistrado español de la Corte Suprema. Su abogado defensor había pedido que se aplazara la declaración del demandado para poder informarse y prepararse, además de arreglar algunos detalles con el Estado español. Como resultado, el inicio del juicio se ha aplazado al 25 de septiembre.
La defensa también ha pedido que, habida cuenta de la gravedad del caso, sean nombrados tres jueces en vez de uno solo. Según parece, la conclusión del caso podría tardar bastante tiempo. Algunos estiman que el veredicto podría tener lugar en 2019 debido a que los juzgados de la capital belga están desbordados. En cambio, otros afirman que, a causa de la mediatización del caso, de las personas implicadas y de las presiones, las cosas podrían desarrollarse más rápidamente.
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