Estos últimos días, las condenas en el Caso Gürtel y la moción de censura contra Rajoy nos han hecho olvidar un poco el caso de corrupción que salpica a los independentistas catalanes y a Puigdemont.
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Varias veces hemos mencionado el “3%” sin explicar de qué se trata. Pues bien, es hora de explicarlo. En pocas palabras, es el equivalente al Caso Gürtel, pero esta vez en Cataluña, y en vez del PP, son los partidos independentistas los que se encuentran vinculados al caso.
El caso del 3 por ciento implica tanto la Generalitat de Cataluña, como los partidos pro-independencia CDC y CiU, Artur Mas, Pujol y quizás Puigdemont.
Como en el caso Gürtel, la Generalitat de Cataluña otorgaba contratos de obras públicas a empresarios amigos y se quedaba alrededor del 3% del presupuesto de la obra por el favor que le había prestado. Esta corrupción sistemática se hizo pública en 2005, cuando se puso una denuncia pública. En esa época, el caso se archivó a toda prisa, antes de volver a ser investigado a partir de 2015. Actualmente, las investigaciones aún siguen su curso y ya hay varios implicados.
La Audiencia Nacional ha citado a 23 personas que irán a declarar entre el 11 y el 22 de junio. El juez del caso es José de la Mata, quién también está a cargo del caso Pujol. Entre los citados se encuentran empresarios y cargos de CDC de la época en que ocurrieron los hechos.
A propósito de Puigdemont y de las sospechas que pesan sobre él mientras que era alcalde de Girona en 2013, parece ser que se reunió dos veces con uno de los principales imputados en el caso del 3%, el constructor Bassols. Otras personas del entorno político de Puigdemont también están imputadas en el caso, por varias causas como facilitar información confidencial a los empresarios de la trama.
En 2010, otro de los empresarios donó alrededor de 400 000 euros a CDC con el objetivo de obtener contratos de la Generalitat.
Recientemente, el gobierno catalán adjudicó un nuevo proyecto a una de las empresas ligadas al 3%, alegando que no se puede excluir a las empresas por casos de corrupción. Se trata de las obras del túnel de Glòries, en Barcelona. Este proyecto se paró cuando Colau llegó al gobierno, y se licitó a nuevas empresas. Como a algunas de ellas ya se les había condenado por el pago de comisiones a CDC, se están levantando sospechas de que todavía siguen pagando el conocido “3%” a los partidos independentistas.
En cualquier caso, por ahora son solo sospechas, pero está claro que hay pocos políticos capaces de pagar 75 000 euros de fianza de la noche a la mañana contando tan solo con supuestas “donaciones”. Sí, como ha ocurrido con el caso Gürtel, en 10 años tendremos la prueba de que hay algunos catalanes que eran igual o más corruptos que los del PP de Bárcenas, aunque por ahora solo podemos observar el derroche de dinero público y las fianzas astronómicas que consiguen pagar misteriosamente en un santiamén.
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