Ayer, viernes 27, el Parlament hizo una votación secreta, y, por 70 votos a favor, decidieron aprobar la independencia de Cataluña. Pocas horas después, Rajoy destituyó a Puigdemont y convocó elecciones regionales para el 21 de diciembre.
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El jueves, Puigdemont había declarado que dejaba vía libre al Gobierno español para aplicar el artículo 155. Al día siguiente, el Parlement organizó un voto secreto en donde, con 70 votos a favor y la oposición ausente, declararon la independencia de Cataluña… por segunda vez en pocos días.
La votación se hizo en secreto y en urna para evitar acciones penales, ya que sabían que la ley que estaban usando había sido suspendida por el Tribunal Constitucional. En otras palabras, han votado ilegalmente usando una ley que ellos mismos han inventado y que va en contra de la Constitución Española. Como se ha dicho, han empleado este método para evitar acciones legales, ya que el secretismo complica el determinar qué diputados votaron por la independencia.
A las pocas horas se les acabó la fiesta a los catalanes, cuando el presidente del gobierno, Mariano Rajoy, cesó al gobierno regional y al director general de la policía catalana.
El 21 de diciembre, los catalanes irán a las urnas a votar un nuevo gobierno regional. Mientras tanto, el Gobierno Español asumirá las funciones de la Generalitat.
Varios países han mostrado su apoyo al Gobierno Español al no reconocer la independencia de Cataluña. En el extranjero, miles de personas que no entienden que el voto es ilegal han dado su opinión en las redes sociales, criticando con más o menos virulencia al Gobierno Español.
Mientras tanto, en España, la gran mayoría de los ciudadanos está cansada de los catalanes y están pidiendo cada vez con más insistencia que metan en la cárcel al gobierno catalán ahora que se ha aplicado el artículo 155.
Obviamente, todos sabemos que los catalanes, que se creen víctimas, no se pararán ahí y continuarán mintiendo e inventando razones para pedir la independencia. Tanto es así que ya hay algún que otro “historiador” aficionado que se ha puesto a escribir de nuevo la historia para demostrar que el Reino de España invadió a los catalanes.
En un giro inesperado de acontecimientos, el ya expresidente catalán sigue dando la lata, creyéndose aún presidente de un ya inexistente gobierno, y pidiéndoles a los catalanes que se opongan al Gobierno Español. Algunos catalanes, obsesionados con la independencia de su región, parecen no querer pararse a reflexionar dos minutos y siguen escuchando las palabras de un líder ilegítimo.
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