Tras meses de espera, el tribunal de Schleswig-Holstein solo aceptó extraditar al expresidente catalán Puigdemont por malversación. El juez Llarena acaba de rechazar dicha extradición al no poder juzgar al criminal por la acusación principal.
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Llarena, el juez a cargo de la larga batalla legal contra el independentismo catalán ha rechazado la entrega del expresidente Carles Puigdemont. La corte alemana de Schleswig-Holstein rechazó los cargos de rebelión, dejando únicamente la posibilidad de juzgar al expresidente por malversación, crimen castigado con penas de 12 años como máximo.
Tanto el magistrado como la Corte Suprema están bastante descontentos con la falta de confianza de la justicia de los otros países europeos, teniendo en cuenta que estos en vez de limitarse a la información dada por el magistrado español, se pusieron a juzgar los casos ellos mismos. El mejor ejemplo de este problema es en Bélgica, donde los jueces belgas rechazaron la euroorden por un error del magistrado y hasta aceptaron la denuncia de Puigdemont contra Llarena.
Aparte de rechazar la entrega de Puigdemont, Llarena ha retirado la euroorden que pesa contra Puigdemont y los otros exconsejeros en Bélgica, Escocia y Suiza. Esta decisión ha sido tomada teniendo en cuenta la posibilidad de que la justicia de estos países haga lo mismo que la alemana.
Los independentistas y los criminales celebraron la decisión, que según ellos les da la razón una vez más. A muchos les parece curioso celebrar algo que le impide a alguien volver a su país por 20 años. Y está claro que en 20 años todos habrán olvidado quién fue Puigdemont… aparte de recordarlo como un cobarde que huyó de la justicia al haber fallado su golpe de estado.
Es difícil determinar cuál será el futuro de Puigdemont. Lo que sí está claro es que el expresidente vivirá en el exilio durante los próximos 20 años ya que la orden de arresto nacional sigue siendo válida. Este exilio suscita ciertas preguntas por ejemplo cómo se las arreglará para renovar sus documentos de identidad (DNI/Pasaporte). El DNI solo puede ser renovado en España, mientras que para el pasaporte uno debe ir al consulado español del país donde resida. Pero es imposible renovar un documento de identidad si una orden de busca y captura pesa sobre esa persona, obligándola a volver a España para resolver sus problemas legales primero. Entonces, ¿qué pasará con Puigdemont? ¿Se paseará con documentos de identidad caducados? ¿Les pedirá a sus amigos independentistas belgas que lo ayuden a obtener la nacionalidad belga?
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